El control de las malas hierbas es crucial para garantizar la salud de nuestros cultivos. Además, si este control se realiza de forma eficiente, se traduce en un aumento de la productividad.
La base del control se fundamenta en encontrar la información adecuada y las herramientas necesarias para suprimir las malas hierbas. Es aquí donde podemos hablar de la tecnología dron. A través de esta tecnología, se es capaz de aplicar productos solamente en los puntos del cultivo en que se detecte presencia de malas hierbas.
¿En qué consiste esta técnica de control de malas hierbas?
Son 3 fases las que completan el proceso:
- Fase de mapeo: mediante un dron se realiza un mapeo de toda la parcela con el fin de detectar las zonas afectadas por las malas hierbas.
- Fase de análisis: con un software específico, se analiza la información capturada y se genera un fichero de datos. Este fichero se cargará a otro dron, el dron aplicador.
- Fase de aplicación: el dron aplicador se encargará de realizar la pulverización solamente en las zonas en que se encuentran las malas hierbas.
¿Qué ventajas ofrece el control eficiente de malas hierbas con tecnología dron?
- Ahorro de materias activas: esta técnica de control de malas hierbas ofrece un importante ahorro de producto, lo que implica una reducción costes.
- Al no pisar el terreno, se evita la pérdida de parte del rendimiento potencial del cultivo.
- Alta capacidad de operación, lo que permite realizar las aplicaciones a tiempo, con independencia del estado del terreno y del cultivo.
- Beneficia al medio ambiente.