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Noticias Agricultura

Los agricultores, cada vez más, buscan formas de trabajar de una forma más ecológica. La nutrición foliar es un instrumento idóneo para obtener unos buenos resultados al tiempo que se respeta el medio ambiente. Además de estos beneficios ecológicos, hay más razones para decidirse por la fertilización foliar.

1. Solución rápida de carencias nutricionales

El estrés causado por carencias nutricionales puede provocar la detención del crecimiento vegetativo de la planta, afectando así a la productividad. Por tanto, es muy importante tratar dichas carencias lo antes posible para asegurar el rendimiento del cultivo.

Una de las ventajas que ofrece la nutrición foliar es la rapidez con que actúa respecto de las aplicaciones al suelo. La planta absorbe los nutrientes de forma inmediata a través de las hojas, entrando éstos en el metabolismo casi instantáneamente. Sin embargo, en la fertilización a través del suelo, se puede llegar a tardar semanas hasta que se solucione ese déficit de nutrientes.

Además de administrar micro-elementos, este tipo de aplicación también es interesante para proporcionar macro-elementos (N-P-K), con el fin de ayudar a evitar la interrupción del crecimiento vegetativo.

2. Eficacia en la nutrición de las plantas

Las reacciones que se pueden dar al aplicar fertilizantes al suelo pueden resultar en que dicha aplicación no sea eficaz. Y esto puede ocurrir con cualquier nutriente, bien sean macro-elementos o micro-elementos, y puede deberse a distintos factores: características físicas del suelo, que éste tenga un pH elevado, las condiciones climáticas, …

La fertilización foliar no depende de estos factores, por lo que ofrece una alternativa muy adecuada para la nutrición de los cultivos.

3. Aumento de la resistencia de las planta

Una planta bien nutrida es más fuerte y posee una mayor resistencia natural, lo que implica una menor sensibilidad a contraer enfermedades.
A través de aplicaciones foliares de elementos específicos, como puede ser calcio, silicio, cobre, …, se fortalece la planta y se incrementa aún más esa resistencia natural.
Además, tras una plaga o enfermedad es recomendable realizar una fertilización foliar a la planta, pues la recuperación después de un tratamiento se produce de forma más rápida si se aplican los elementos nutricionales necesarios.
 

4. Control del ritmo de crecimiento del cultivo

Si la fuerza de crecimiento de una planta es demasiado baja es posible revertirla mediante productos ricos en nitrógeno. Si, por el contrario, el crecimiento de la planta es demasiado fuerte (lo cual puede influir negativamente en los frutos), a través de abonos foliares con productos bajos en nitrógeno o libre del mismo y ricos en potasio, es posible reducir esa fuerza de crecimiento y estimularla para canalizar esa fuerza hacia los frutos.

En definitiva, con la nutrición foliar es posible controlar el desarrollo de la planta aplicando determinados elementos en momentos concretos.

 

 5. Respetuosa con el medio ambiente

La contaminación de las aguas subterráneas y de los ríos está asociada al uso excesivo de fertilizantes. La cantidad de nutrientes específicos que están permitidos usar en el suelo tienen limitaciones impuestas por las autoridades competentes. Pero, muchas veces, esas cantidades son más bajas de las que un cultivo necesita para ser productivo. Con la fertilización foliar y una buena planificación, es posible mantener una buena producción y reducir el impacto de los fertilizantes al suelo.